El marketing digital 3.0 surge como respuesta a los cambios en los hábitos de los consumidores, quienes han dejado de lado los medios tradicionales como la TV, la radio y la prensa escrita, para interactuar más con sitios web y redes sociales. Este enfoque busca generar una relación más cercana y duradera con el cliente, considerando elementos clave como el canal, el contenido, el contexto, la consistencia, el comercio, el comportamiento y la comunidad. Todo esto permite conocer mejor al consumidor, ubicarlo y diseñar estrategias focalizadas que posicionen la marca en su mente (top of mind).
El paradigma ha cambiado: el objetivo ya no es solo lograr clics, sino fomentar la interacción y la participación activa del usuario. Aunque solo el 2% de los visitantes de un sitio web concretan una compra, las empresas utilizan distintos modelos de negocio (CPV, CPC, CPA, CPM y patrocinios) para generar tráfico, posicionar su marca y obtener resultados. Estos modelos combinan el interés por atraer usuarios y el deseo de convertir esas visitas en acciones que beneficien al negocio.
Finalmente, las redes sociales se convierten en una herramienta clave para los negocios, ya que permiten acercarse al consumidor, entender sus intereses y comportamientos, y generar contenido que aporte valor. Las redes no solo sirven para promocionar productos, sino también para construir comunidades, fortalecer la imagen de la marca y establecer vínculos que trasciendan la simple compra, generando confianza y lealtad.
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